Hay cosas que una persona con un cargo público, que representa a un colectivo y que acumula una amplia experiencia en primera línea de fuego, constantemente expuesto a las críticas y a que sus declaraciones tengan una respuesta en la opinión pública... ni puede ni debe hacer.
En este primer número del año, sin contar nuestro especial Diciembre-Enero que está siempre a caballo entre ambos ejercicios, nos hacemos eco de algunos temas que, creemos, van a marcar el devenir de este sector tanto a nivel nacional como en la política comunitaria de transportes.
Acaba este 2016 al que, sinceramente, no sabemos cómo calificar. La economía ha seguido su rumbo ascendente prácticamente por inercia macroeconómica, pues hemos “tirado” prácticamente todo el año con un Gobierno interino, hasta llegar al final de año, entrando en una nueva era con un parlamento mucho más fragmentado, sin mayorías absolutas y que obliga a un necesario diálogo constructivo.
Después de casi un año de Gobierno interino, por fin se ha formado el nuevo ejecutivo que deberá dirigir esta “nave”, en principio, los próximos cuatro años. Una labor que se antoja ciertamente difícil dada la actual composición del arco parlamentario, más fraccionado que nunca.
Ni siquiera era un secreto a voces, pues desde el Ministerio de Fomento siempre (al menos desde el año 2000) se había deslizado la idea de que el sector del transporte por carretera no es competitivo, una crítica velada siempr ligada a la excesiva atomización de las empresas de transporte que operan en España. Un argumento que, a nuestro juicio, es retorcido, torticero, pues en realidad lo que se pretende decir es que las grandes empresas de este país no pueden competir con las “enormes” compañías que existen fuera de nuestro mercado, que, supuestamente, van a venir a España a “reventar” el mercado, porque son más competitivas.
Este verano nos ha sorprendido la inusual cantidad de noticias que se han hecho eco de accidentes de tráfico en los que se ha visto involucrado un vehículo pesado. No se a ciencia cierta, pues no disponemos de datos oficiales, si la siniestralidad en camiones se ha disparado este verano, en relación a otros periodos estivales, pero la sensación de una mayor presencia en los medios sí que me parece un hecho relevante.
Llega el periodo de vacaciones, largamente esperado y deseado por todos, tras un primer semestre que podríamos calificar como “aceptable”, aunque con ciertos nubarrones que no terminan de despejarse, y otros que se han formado repentinamente y siembran bastantes dudas sobre el futuro a corto plazo.