Editorial: mercadeo de transportes

A pesar de los continuos llamamientos  de los  representantes de la CEOE en el sector del transporte, es decir, patronales y asociaciones de transporte internacional en las que se agolpan  buena parte de las grandes empresas de este país, a pesar de las trabas impuestas desde la Administración, a pesar de las duras condiciones económicas que el libre/salvaje mercado de transportes propone en la actualidad, a pesar de eso y mucho más…el número de autónomos y micropymes dedicados al transporte de mercancías por carretera creció  en 2019.

Parece pues ,  que el viejo objetivo de acabar con la “excesiva atomización del sector”, identificada  tanto por parte de la Administración como por la gran empresa como uno de los principales problemas del sector,  no  avanza en la dirección deseada.  Al menos desde que hace un año, se cumplió el pasado viernes 21 de Febrero, entrara en vigor el nuevo Reglamento de Ordenación de los Transportes terrestres, el cual introdujo importantes modificaciones en la regulación administrativa del sector.  Y en concreto, nos referimos a  la desaparición del requisito de flota mínima inicial, que exigía a los que accedieran por primera vez al transporte pesado acreditar la titularidad de al menos 3 vehículos con una capacidad útil total de 60 toneladas.  Personalmente, no tengo muy claro si la desaparición de dicho requisito es una buena o mala noticia, pero si que creo que, siendo consecuentes (algo difícil para muchos), si aceptamos la legalidad cuando nos beneficia, habrá que hacer lo mismo cunado nos perjudica. 

Me resulta baste torpe y muy cínico, escuchar argumentos a favor de un mayor dimensionamiento de las empresas como medio para ser más competitivos, dentro y fuera de nuestras fronteras, y luego comprobar como, en la gran mayoría de los casos, las fórmulas mágicas para ser más competitivos se reducen a mejorar nuestros costes salariales. En principio esto no debería ser reprochable, pero  cuando se pervierte el mercado para lograr una ventaja fraudulenta, la cosa ya no pinta tan bien. Y esto es lo que, desgraciadamente, hoy en día nos encontramos en el mercado de transportes, o mejor dicho en el “mercadeo” de transportes: prácticas fraudulentas como las falsas cooperativas de transporte para explotar a falsos autónomos en vez de contratar a conductores profesionales,  el uso indiscriminado de tenders convertidos en verdaderas subastas de precios, con tres y hasta cuatro rondas, (las que haga falta, mientras no se alcance el precio deseado), el uso de empresas buzón, que nos permite contratar a conductores de otros países  a precio de risa y en condiciones infrahumanas….un bonito catálogo de buenas prácticas. 

Y luego, nos extrañamos de la falta de conductores profesionales, de que ya no haya personas que quieran dedicarse a esto y se habla de la formación,  de la edad a la que se puede sacar el carnet de conducir C+E y otras cuestiones a las que supuestamente se achaca el grave problema que tiene ( y que amenaza con seguir creciendo en los próximos años) el sector , incapaz de encontrar un relevo generacional para el amplio espectro de profesionales que hoy ya sobrepasan con creces los 50 años de edad y unos pocos menos de profesión. 

Quizás el futuro sea de los autónomos,  a pesar de que muchos los daban por amortizados, después de tantos años trabajando “al enganche”,  y  sustituidos por esas nuevas fórmulas mucho más baratas. ¡Qué más da si son fraudulentas!… y ya de si son inmorales ni hablamos.
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