El Ministerio de Hacienda trabaja en una posible eliminación del Gasóleo Profesional para el transporte por carretera

Además de la extraordinaria subida del precio de los carburantes que estamos viviendo en los últimos meses, que acumula ya un incremento interanual del 35%, y que no parece que vaya a desinflarse a corto plazo, un nuevo frente podría abrirse si, como indican desde varios medios de comunicación, se confirma la intención del Ministerio de Hacienda, que trabaja en la posible eliminación del gasóleo profesional para el sector del transporte por carretera, recogiendo las declaraciones de la Subdirectora General de Impuestos Especiales y Tributos sobre el Comercio Exterior y el Medio Ambiente en un coloquio organizado por la Asociación de Inspectores de Hacienda del Estado.

No es la primera vez que el Gobierno manifiesta su intención de eliminar dicha figura. De hecho el Documento en el que recogía el Plan de Recuperación y Resilencia que remitió a la Comisión Europea el pasado mes de Abril incluía tal supresión al señalar que “con el objetivo de moderar las emisiones de gases de efecto invernadero y, por ende, cumplir los compromisos europeos en materia medioambiental, se considera precisa la revisión de las bonificaciones existentes en la actualidad en algunos carburantes empleados en automoción”.

Una propuesta que chocaría frontalmente con el acuerdo pactado entre las asociaciones de transportistas y el Ministerio de Transportes en Junio del pasado año, que incluía diez reivindicaciones del sector, entre otras, el mantenimiento del régimen de gasóleo profesional e incluso su ampliación a los vehículos de transporte de menor tonelaje, y que sirvió entonces para desactivar el paro patronal que había convocado el sector.

El gasóleo profesional es una pequeña bonificación fiscal que se calcula por la diferencia respecto del impuesto de hidrocarburos que se aplica al gasóleo de uso particular, y que actualmente es de 4´9 céntimos por litro, siendo beneficiarios del gasóleo profesional los titulares de camiones de más de 7’5 tns de masa máxima , autobuses y taxis, respecto de los consumos que realicen a través de tarjetas de carburante bien en estaciones de servicio o bien en sus propias bases a través de una unidad de suministro propio debidamente legalizada.

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