Foto: Faire Mobilität
El último caso de “dumping social” lo sufren 65 conductores de Uzbekistán y Georgia que trabajan para una empresa polaca de transportes que se han “atrincherado” en un parking en Alemania tras dos meses sin cobrar.
Los 65 conductores de Uzbekistán y Georgia llevan semanas sin recibir ningún pago de la empresa para la que trabajan. Por ello, se han obligados a aparcar los camiones en área de servicio de la autopista Gräfenhausen-West, entre Fráncfort y Darmstadt (Alemania) para entablar negociaciones con la empresa polaca para la que trabajan, Lukasz Mazur. El conflicto se prolonga desde hace varias semanas.
Además, recientemente hemos conocido que el transportista polaco, lejos de intentar solucionar el conflicto, se presentó en este parking donde se han plantado los conductores con los camiones de la empresa, con una cuadrilla de dieciocho hombres pertenecientes a una empresa de seguridad, en minibuses y dos furgones blindados negros con la intención de amedrentar a los conductores y llevarse por la fuerza los camiones.
Finalmente no lo consiguen por la resistencia de los conductores y la intervención de la policía, que evita una reyerta en toda regla.
Condena unánime
La situación de estos conductores, victimas del dumping social y, en su caso, del fraude laboral, es más común de lo que puede parecer, lo que ha motivado la reacción de numerosas asociaciones de transporte europeas.
Este es el caso de IRU, que ha expresado su apoyo a los camioneros de terceros países que han emprendido acciones en Alemania, y pide “la aplicación del Estado de Derecho y la colaboración entre las partes interesadas para evitar abusos similares en el futuro, que IRU condena enérgicamente”.
Raluca Marian, Directora de Defensa de la UE de la IRU, declaró: "Es una situación espantosa. Estos conductores deben ser tratados con respeto y compensados por su trabajo, tal como se establece contractualmente y dentro de la ley"."Todos los transportistas por carretera deben respetar la ley. Cualquier infracción o actividad ilegal debe ser sancionada por las autoridades competentes", sentencia.
El Presidente de BGL (Alemania), Prof. Dr. Dirk Engelhardt, ha declarado: "Incidentes como el ocurrido ahora en Gräfenhausen demuestran claramente que, a pesar de los esfuerzos de mejora como el Paquete de Movilidad 1 de la UE, las prácticas desleales y distorsionadoras del mercado siguen siendo a veces una realidad en el transporte de mercancías por carretera”.
Desde esta asociación alemana afirman que "estas prácticas ponen en peligro el sustento de los conductores y sus familias, pero también destruyen mercados para la gran mayoría de empresas respetuosas de la ley en el transporte de mercancías por carretera que ofrecen condiciones justas a sus conductores”.
También desde el país al que pertenece la empresas de transportes, Polonia, ha habido reacciones como la del presidente de ZMPD, la principal asociación de transportistas internacionales por carretera de Polonia, Jan Buczek, quien declaró que "cualquier acción que muestre signos de competencia desleal, incluidas las irregularidades relativas al pago de la remuneración debida al empleado, debe evaluarse y abordarse cuidadosamente".
"El incidente recientemente publicitado debe ser absolutamente aclarado por las autoridades competentes, ya que esta situación daña la buena imagen del sector del transporte por carretera en la UE".
Europa necesita conductores profesionales de terceros países, más allá de la UE, para gestionar la escasez cada vez más grave de conductores, junto con los esfuerzos por abrir la profesión de conductor a europeos de orígenes más diversos, en particular jóvenes y mujeres.
Sin embargo, todos los conductores, incluidos los conductores de terceros países empleados por empresas de la UE, deben ser respetados y se deben defender todos sus derechos en virtud de las normas de la UE.
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