Morosidad y subida de costes: la pesada carga del transporte por carretera

imagen

José Luis Cuadros, director de Estrategia en Ontruck analiza en este artículo la situación actual que viven los profesionales del transporte, lastrados por un incremento de costes inasumibles y una morosidad que no desaparece, pese a que desde 2021 contamos con un régimen sancionador.

En octubre de 2021 entraba en vigor, al fin, el nuevo régimen sancionador, tan demandado por el sector del transporte por carretera, ya que debía poner fin a la escandalosa morosidad en el pago de estos servicios. Los incumplimientos en los plazos de pago se castigan desde entonces con multas de hasta 6.000 euros, que pueden llegar a los 30.000 euros en caso de que se produzcan en circunstancias reiteradas y abusivas.

Es un gran avance que todo el sector ha celebrado. Era muy necesario y los datos demuestran que la medida funciona. El Observatorio permanente de la morosidad y los pagos del sector del transporte por carretera de Fenadismer, ha ido registrando reducciones en los plazos de pago. Los últimos datos, de marzo de 2022, reflejaban una media de 77 días (hay que recordar que, en los últimos cinco años se han llegado a ver medias de más de 90 días, y no hace tanto, de más de 80 días).

Quizá lo más desalentador es que el avance que se percibe no es ni demasiado rápido ni demasiado homogéneo. El incumplimiento de los plazos máximos de pago (la Ley establece un máximo de 30 días desde la prestación del servicio, que puede ampliarse a 60 mediante acuerdo por escrito entre ambas partes) sigue produciéndose entre un 62% de las empresas cargadoras e intermediarios y, lo que es peor, un 21% de los clientes sigue pagando a más de seis meses.

Son cifras inasumibles para ningún sector e industria, pero más aún para unos profesionales que ven incrementados sus costes de forma continuada y que no tienen la posibilidad de repercutir la subida en sus propias tarifas. El precio del combustible aumenta casi a diario, las bonificaciones de la administración pública se han visto prácticamente absorbidas por estas subidas y la evolución del precio del petróleo nos aproxima a un escenario aún más complicado.

Una negociación desigual

La Ley de morosidad fue un paso imprescindible, pero el día a día de los transportistas sigue siendo muy complicado. El sector está compuesto, en su amplia mayoría, por pequeñas empresas -flotas de hasta tres vehículos- que no tienen músculo financiero con el que hacer frente a continuos retrasos en los pagos y menos aún si coinciden con incrementos en los costes.

Por otra parte, los transportistas necesitan mantener relaciones comerciales y contratos de continuidad, especialmente después de la crisis y en un escenario de incertidumbre como el que plantean las disrupciones en las cadenas logísticas y de producción, a las que se ha sumado el conflicto de Ucrania. La capacidad de negociación de los transportistas está lastrada por la necesidad de contar con la seguridad y la solvencia de clientes con los que puedan planificar y operar a medio plazo.

En ese sentido, disponer del refuerzo de sistemas externos que permitan mitigar los retrasos en los pagos y favorecer la capacidad negociadora puede ser la clave para elaborar una estrategia que garantice el margen y, en definitiva, la supervivencia.

En un escenario tan inestable como el actual y en el que, pese a las mejoras legislativas, la tasa de morosidad sigue siendo muy alta, los transportistas pueden beneficiarse más que nunca de plataformas tecnológicas en las que pueden decidir, en cada momento, si aceptan o no una carga sabiendo que tienen garantías de cobro y conociendo de antemano cuál es el coste al que van a tener que hacer frente. A diferencia de las bolsas de carga, que suelen implicar un coste para el transportista, plataformas como Ontruck son gratuitas para los profesionales del transporte, que pueden utilizarlas en la medida en que las necesiten y beneficiarse de las herramientas digitales y aplicaciones sin hacer ningún desembolso.

Ya sea como actividad principal o como complemento a otro tipo de acuerdos y contratos de continuidad, esta fórmula ofrece seguridad, tanto a los cargadores como a los profesionales y aleja a estos últimos de los peligrosos índices de morosidad a los que, por desgracia, parece que el sector aún tendrá que seguir haciendo frente durante un tiempo.

José Luis Cuadros, director de Estrategia en Ontruck

{jcomments on}

 

 

SUSCRÍBETE A LA REVISTA

SÍGUENOS EN REDES