
El representante de AECOC insistió, por otra parte, en que los empresarios del sector tomen medidas para hacer más atractiva la profesión de conductor, ante el aumento de la demanda de transporte previsto para los próximos años.
Tras resaltar el esfuerzo formativo que vienen realizando las empresas de transporte y los conductores profesionales “encaminados a conseguir menores consumos de forma más eficiente, en vehículos dotados con la más moderna tecnología, con motores Euro 6 de baja emisión de CO2, NOx y partículas contaminantes”, le recuerdan que son precisamente los fabricantes de camiones quienes se han comprometido a reducir aún más las emisiones, en dos fechas concretas: 2025 y 2030. “Por otra parte-añaden- no son pocas las empresas que ya están utilizando energías alternativas, como el gas natural y los motores eléctricos o híbridos (en fase de experimentación), para satisfacer las necesidades de sus clientes a este respecto, aunque ello represente realizar cuantiosas inversiones, sin que exista una contraprestación económica de sus clientes, los cargadores”.
Sobre el uso de los megatrailers, que reclaman desde AECOC, la patronal recuerda que “solo es posible utilizar los megatrailers (y no digamos ya los duotrailers o bitrailers), en determinadas operaciones y recorridos de transporte, y siempre que vayan cargados; de ahí que no se haya generalizado su uso, aún más”.
Por último, los transportistas señalan a los cargadores como un freno para que el transporte de mercancías no sea todavía más eficiente, al menos en el sentido que propugna AECOC, y que se debe, en opinión de CETM “al deterioro continuo de la actividad de transporte, motivado por las malas prácticas de ciertos cargadores”. “El incesante incremento de las subastas de transporte (los famosos tenders), las imposiciones a nuestros conductores de realizar labores de carga y descarga, con dilatados plazos de espera en los muelles de los cargadores y las obligaciones de efectuar las recogidas y entregas en horarios imposibles, además del aumento de los plazos de cobro, están destrozando la productividad del transporte, incrementando sus costes hasta extremos inimaginables”, sentencian desde la patronal.
Para finalizar, CETM acusa de deslealtad a los cargadores, perfectamente conscientes de que “no negocian en condiciones de igualdad, ni lealmente, con sus proveedores, los transportistas, y de que las condiciones de trabajo no son dignas ni justamente remuneradas. Ante esto, bien cabría preguntarse quién debería ponerse primero las pilas”.