
Según publica La Voz de Galicia, Transportes Souto, que reconoce una deuda de 18 millones de euros, solicitó la entrada en preconcurso de acreedores el día 16, después de que Abanca, su entidad financiera de cabecera, le negase la renovación de las pólizas de crédito.
La crisis económica y sectorial se ha visto agravada, en su caso, por la fuerte inversión inmobiliaria realizada por Souto, que cuenta con 40 delegaciones propias repartidas por España y Portugal , cuyos inmuebles pertenecen en muchos casos al grupo, y con una superficie total que ronda los 120.000 m2. En la actualidad tiene una plantilla de unos 650 trabajadores, a los que hay que sumar autónomos y empresas auxiliares subcontratadas, lo que eleva la cifra de empleados a unos 1.500 en total. Según el diario vigués, los trabajadores sabían que la empresa tenía problemas de liquidez, porque el retraso en el abono de las nóminas se había convertido en algo habitual. El verdadero alcance de dichos problemas lo descubrieron en diciembre, cuando no les pagaron ni la mensualidad ni la extra. Tras remitir un escrito a PSA, su cliente mayoritario, saldaron la deuda en 24 horas, pero en enero volvió a ocurrir lo mismo.
En estos momentos, la dirección negocia el ERE que garantice el oxígeno necesario para evitar la suspensión de pagos, pero a falta de las pertinentes explicaciones , la plantilla está convocada a sendas concentraciones ante la entrada de PSA los próximos 28 de febrero y 5 y 8 de marzo. La multinacional gala ya ha buscado sustituto para garantizarse el suministro de piezas.
El caso de Transportes Souto no sería el primero dentro del sector de la paquetería industrial que ocurre en los últimos años y que ha acabado con el cierre de algunos operadores históricos del sector de la paquetería en España, como ocurrió en 2013 con Transportes Ochoa, o de Transportes Buytrago, un año después.