El número de asaltos y la violencia de los mismos, se ha incrementado notablemente en los últimos tiempos, y las empresas empiezan a tener problemas para encontrar conductores dispuestos a ir al Reino Unido
La gravedad de la crisis humanitaria sin precedentes a la que se enfrenta Europa vive uno de sus episodios más tristes en la ciudad francesa de Calais, donde miles de migrantes se hacinan en campamentos improvisados, a la espera de poder pasar por cualquier medio hacia Reino Unido. Y una de las formas de conseguirlo está poniendo en jaque a las empresas de transporte internacional de mercancías con destino al Reino Unido, debido a los polizones que se intentan colar en sus camiones.
El número de asaltos a camiones se ha incrementado notablemente en los últimos tiempos, a pesar de las medidas de seguridad que estas empresas se han visto obligadas a montar en sus vehículos: sensores de apertura de puertas, sensores volumétricos que detectan la presencia humana en el interior de las cajas de los camiones, cerraduras especiales, etc.
Además, según informa CETM, este problema que hasta ahora estaba localizado únicamente en Calais, se ha extendido, tras el desmantelamiento de este campamento, a otras zonas cercanas a la frontera, aprovechando que no existen aéreas de descanso seguras o aparcamientos que garanticen la seguridad del vehículo y de su mercancía.
La situación es tan grave que, según informa la Confederación incluso las empresas de transporte españolas están empezando a tener problemas para encontrar conductores que quieran ir al Reino Unido como consecuencia de la violencia con la que se emplean algunos polizones, que llegan incluso a colocar barricadas para obligar a los camiones a detenerse o se cruzan delante de los mismos para que frenen mientras otros tratan de abordarles.
El problema se agudiza además debido a que los propietarios de las mercancías están rechazando la totalidad de la carga transportada desde el momento en que se hayan subido polizones al interior de los camiones, lo que ocasiona graves perjuicios económicos, que pueden llegar a alcanzar los 25.000 euros por viaje de productos como, por ejemplo, la lechuga o el brócoli.
Por el contrario, son muy pocas las compañías de seguros cubren los riesgo derivados de la presencia de polizones en los camiones, y las que si lo hacen, suelen tener limitada la indemnización a un máximo de 6.000 euros, a todas luces insuficientes, o incrementan sustancialmente el importe de la prima del seguro si se quiere aumentar dicha indemnización.
La CETM mediante el envío de sendas cartas, ha puesto en conocimiento de los Ministros de Fomento y Asuntos Exteriores esta situación solicitándoles su inmediata intermediación.
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