Esta semana Satellic ha remitido una primera remesa de 1.000 facturas “test” a los clientes correspondientes a los peajes soportados durante los primeros 25 días de aplicación de la tasa kilométrica, habiéndose detectado numerosos errores y anomalías
Desde su puesta en marcha el pasado 1 de Abril del nuevo peaje para camiones de más de 3’5 toneladas en las carreteras belgas, gestionado en régimen de monopolio por la empresa concesionaria Satellic, muchas son las voces, entre ellas la de Fenadismer, que han puesto en tela de juicio la “preparación técnica” de la empresa concesionaria para gestionar el nuevo modelo de tasa kilométrica.
Ahora, según denuncia Fenadismer, la remesa enviada por la concesionaria de las primeras 1.000 facturas a los clientes, no han hecho sino corroborar esos temores. Desde la asociación española han denunciado la existencia numerosísimas incidencias técnicas en los aparatos de control OBU que obligatoriamente deben instalar los transportistas en sus camiones, previo pago de 150 euros a la concesionaria en concepto de fianza. Dichas deficiencias afectan tanto a la geolocalización del vehículo como al cálculo de la tasa a abonar en función del tramo recorrido, “con el agravante de que la empresa concesionaria sólo concede un plazo máximo de 3 horas para reemplazar el aparato, siendo sancionados en caso contrario con multas de hasta 1.000 euros”, afirman desde Fenadismer. .
De esta primera remesa emitida por Satellic de unas 1.000 facturas “test” a los clientes correspondientes a los peajes soportados durante los primeros 25 días de aplicación de la tasa kilométrica, los errores y anomalías son continuos. “ Así- afirman desde la asociación española- en contra de lo que se establecía en las condiciones generales de la concesionaria, las facturas se remiten no de forma globalizada a la empresa transportista, sino que se remiten tantas facturas como vehículos posee la empresa y además triplicadas en función de la región belga por donde ha circulado el vehículo, lo que hace imposible la contabilización de dichas facturas. Pero es que además no figuran detallados los recorridos realizados por los vehículos por lo que imposibilita cotejar si el peaje que se pretende cobrar coincide con el que efectivamente se ha realizado, habiéndose asimismo detectado peajes incluidos en la factura correspondientes a fechas anteriores a la entrada en vigor de la nueva tasa kilométrica”.
El despropósito se extiende incluso al servicio de atención al cliente, que, ientras para los transportistas belgas es un servicio gratuito, para los foráneos, se obliga a utilizar un teléfono con importantes tiempos de espera y con un coste de 4 euros/minuto, para poder resolver todas las incidencias derivadas del ineficiente aparato OBU.
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