La Directiva Europea contra la Morosidad no soluciona los largos plazos de pago de los países del Sur, ya que acompañan a España en este ranking Portugal y Grecia.
España es el tercer país de Europa en el que más tardan las empresas en pagar sus facturas, según se desprende de un informe de la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad (PMcM) elaborado a partir de los datos de Intrum Justitia. Las empresas de Portugal, seguidas de las de Grecia, son las que más tardan en pagar sus facturas, un ranking que lideran las operaciones B2B en Alemania, el país más cumplidor de Europa, seguido por Dinamarca y Austria.
Cuando el deudor es la Administración Pública (AA PP), apenas hay diferencias significativas, ya que España sigue en los primeros puestos con los plazos de pago más extensos en un ranking liderado por Grecia, Italia y Portugal. En este caso, Finlandia se sitúa como el país con la AA PP más comprometida con el pago a sus proveedores, seguido de Reino Unido y Alemania.
Este estudio de PMcM constata la desigual implantación de la directiva europea sobre morosidad, cuyo objetivo es evitar que las empresas, especialmente las pymes, sufran pérdidas por retrasos en los pagos. En este sentido, el pasado mes de febrero, la Comisión Europea abrió un expediente contra España por no aplicar correctamente la directiva. Esta advertencia de la UE busca que se aplique adecuadamente la directiva, fomentando la transparencia en lo relativo a las prácticas de pago por parte de la AA PP y creando un entorno empresarial fiable para las empresas.
Sin embargo, el estudio de la PMcM demuestra mas bien lo contrario: el bajo nivel de compromiso y responsabilidad de las empresas y AA PP españolas en afrontar sus obligaciones de pago dentro con unos plazos razonables y sin apenas retrasos, como así lo realizan la gran mayoría de las naciones del Norte de Europa. En un mundo tan globalizado, esta comparativa entre países manifiesta la falta de competitividad y formalidad de las organizaciones españolas, que deben madurar para ponerse a la altura de sus vecinos europeos y afianzar nuestra imagen en el exterior.
Para Antoni Cañete, presidente de la PMcM, “estos datos confirman la necesidad de revisar la normativa de la directiva europea así como su aplicación y supervisión en los distintos países, incluyendo medidas disuasorias que ayuden a mejorar los plazos. España, a pesar del esfuerzo de los últimos años, todavía se encuentra en la parte alta del ranking europeo de morosidad, especialmente en el caso del sector público. Por ello, es necesario concienciar a las empresas y a las AA PP de la urgencia de acortar los plazos en el pago de las facturas”.