El transporte por carretera, los transportistas y los grupos energéticos de Europa han pedido que los combustibles neutros en carbono se reconozcan como una solución de descarbonización a largo plazo, junto con la electrificación y el hidrógeno.
En una carta conjunta enviada hoy al Vicepresidente Ejecutivo de la UE, Frans Timmermans, IRU, el Consejo Europeo de Cargadores y FuelsEurope -que representan a operadores de transporte por carretera, cargadores y proveedores de energía- han pedido el reconocimiento pleno y equitativo de los combustibles líquidos neutros en carbono para motores de combustión interna, junto con las pilas de combustible eléctricas y de hidrógeno, en la normativa propuesta de la UE sobre CO2 para vehículos pesados (HDV).
“Para que el sector logístico de la UE funcione bien y sea estable-afirman- los operadores de transporte por carretera y los cargadores deben poder decidir qué tecnología es la más adecuada para los distintos tipos de operaciones con el fin de alcanzar nuestro objetivo común: la neutralidad en carbono para 2050”.
Sin embargo, estas tres organizaciones advierten que la consecución de este objetivo depende de las opciones tecnológicas que permita la próxima legislación, que afecta tanto a los vehículos como a la infraestructura.
En este sentido, Raluca Marian, Directora de Defensa de la UE de IRU, ha afirmado que "las vitales cadenas logísticas que abastecen a los ciudadanos de la UE de alimentos, medicinas y otros productos esenciales no deberían verse sometidas a un incierto salto al vacío que podría poner en peligro su estabilidad”, en una clara referencia a la propuesta de la Unión Europea sobre CO2 para vehículos pesados (HDV), que a su juicio, debería impulsar todas las opciones para lograr la neutralidad de carbono.
“Abandonar por completo la combustión-admite Raluca Marian- a pesar de que ésta también puede lograr el mismo objetivo, dependiendo de lo que se queme, sólo puede calificarse de experimento innecesario y arriesgado".
Y es aquí donde estas organizaciones avalan el uso de combustibles neutros en carbono, de los que afirman que “son también la opción más realista para descarbonizar la aviación, la mayor parte del transporte marítimo y el parque actual de vehículos de carretera”, ya que “la disponibilidad de biomasa sostenible es más que suficiente para satisfacer la demanda de biocarburantes avanzados para los tres modos de transporte”.
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