A pesar de haber alcanzado bastante notoriedad en la opinión pública por la crisis estructural a la que se enfrenta el transporte y que amenaza con “salpicar” a la ciudadanía con problemas como los temidos desabastecimientos, el sector sigue sufriendo el “ninguneo” de la Administración
Llevamos cerca de un mes desayunando todos los días con la noticia de que la electricidad alcanzará hoy un máximo histórico, día tras día, sin que a simple vista se vislumbre en el horizonte el momento en el que el mW/h vuelva a tener un precio “pagable” por el común de los mortales. No hablemos ya de las empresas, que están viendo como sus pocos o muchos beneficios se van por el desagüe de la factura de la luz.
A pesar de que el propio sector del transporte de mercancías por carretera viene denunciando la creciente escasez de conductores profesionales, sobre todo jóvenes que lleven a cabo el necesario relevo generacional de una profesión que envejece por momentos, el problema no hace sino agravarse con el paso del tiempo
A las puertas del verano, el sector del transporte de mercancías por carretera se prepara para afrontar una segunda parte del año en la que seguramente van a convivir una mejora de la demanda de transporte con algunas sombras que acompañan al sector desde hace tiempo
El pago por uso de las infraestructuras es un tema recurrente que aparece cada poco tiempo en forma de globo sonda interesado por determinados lobbys con mucho que ganar, pero esta vez, parece que el Gobierno está dispuesto a desarrollar un sistema…aunque no sabe cuál
Desprecio, agravio comparativo, olvido injustificado….cualquiera de ellas valdría para calificar lo que, a juicio de los propios transportistas es una demostración más, y van unas cuantas, de que el sector del transporte de mercancías por carretera sólo es un sector esencial a la hora de dar, pero no de recibir
Amparados en la teoría neoliberal de que el mercado debe ser el único regulador de si mismo, Europa se enfrenta a sus propios demonios, con una división entre dos ejes, Este -Oeste, en busca de unas reglas comunes de juego basadas en la dignidad profesional, donde la competencia no se imponga a cualquier precio