EDITORIAL Contra la escasez de conductores, condiciones de trabajo dignas

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A pesar de que el propio sector del transporte de mercancías por carretera viene denunciando la creciente escasez de conductores profesionales, sobre todo jóvenes que lleven a cabo el necesario relevo generacional de una profesión que envejece por momentos, el problema no hace sino agravarse con el paso del tiempo

La escasez de conductores profesionales ya es problema para el abastecimiento de mercancías. Es una noticia recurrente en los últimos tiempos y tiene pinta de que lo va a seguir siendo en los próximos años, por un motivo claro: aunque todo el mundo sabe porqué se esta produciendo este fenómeno, nadie parece dispuesto  a poner el dedo en la llaga, porque la verdad hace tambalearse los propios cimientos de la profesión de conductor profesional:  que ha sufrido un deterioro de las condiciones  socioeconómicas que ofrece que no hacen atractivo para casi nadie un trabajo, duro, difícil de conciliar con la familia y mal pagado. Esa es la verdad.

hasta ahora eran las empresas, normalmente las grandes empresas quienes han dado la voz de alarma.  No deja de ser sintomático que sean este tipo de empresas  las que más problemas tienen para cubrir sus plantillas: empresas que han venido recurriendo a todo tipo de prácticas (legales muchas  que no  morales) para rebajar sus costes de explotación apuntando siempre a rebajar el coste de personal. Ahí están  la proliferación de cooperativas de trabajo asociado, creadas exprofeso para nutrirse de mano de obra barata, gracias  a la controvertida figura de los “falsos autónomos” o el fenómeno de la  inverosímil deslocalización siempre a lugares donde el coste salarial es un 30% más barato.

NO es de extrañar que con la perspectiva de unos salarios nada atrayentes y unas condiciones de trabajo que no todo el mundo está dispuesto a aguantar (a la mayoría de la gente le gusta estar con su familia y llegar a fin de mes)  los jóvenes y no tan jóvenes no quieran dedicarse al esforzado trabajo de conducir un camión

 

La consecuencia directa que provocan estas prácticas , que para mi claramente son ejemplos de competencia desleal, es una rebaja de las tarifas  de transporte, por debajo de costes para todos aquellos que no recurren a ellas. Esto termina arrastrando al resto del sector a rebajar unos  costes ya de por si bastante apretados. Y claro, a falta de ideas imaginativas, acaba siendo el coste de personal el que se aprieta un poco más, y un poco mas.

NO es de extrañar que con la perspectiva de unos salarios nada atrayentes y unas condiciones de trabajo que no todo el mundo está dispuesto a aguantar (a la mayoría de la gente le gusta estar con su familia y llegar a fin de mes)  los jóvenes y no tan jóvenes no quieran dedicarse al esforzado trabajo de conducir un camión.  Como  nos reconocía apenado un pequeño empresario hace bien poco “como no puedo pagar a un conductor los 2.500 euros que vale su trabajo, no me extraña que si le sale un trabajo en la obra por 1.200 euros y puede dormir en su casa todas las noches,  se baje del camión”. Pues eso…se puede decir mas alto, pero no más claro.

Hasta ahora  no se había hablado de problemas de abastecimiento,  pero Reino Unido ha sido el primero en denunciarlo, Estados Unidos también se enfrenta a este problema, y en el resto de Europa ( España incluida) la amenaza a corto plazo  es un hecho.

Quizás cuando el problema trascienda del ámbito interno del sector al resto de la sociedad, y se produzca verdaderos problemas de desabastecimiento, quienes pueden tomar medidas eficaces para salvaguardar una profesión que, como ha quedado demostrado, es esencial para la economía de cualquier país, tomen cartas  en el asunto y asuman decisiones que seguro serán controvertidas, pero necesarias, como el regular la prohibición de trabajar por debajo de costes, la carga y descarga por parte de los conductores o perseguir con verdadero “interés” esas prácticas indeseables que tanto daño han hecho al sector.

 

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