Opinión: Nueva normalidad..viejas prácticas

editorial 254
 
Nadie duda de que la situación que está viviendo, no sólo el sector del transporte por carretera, sino la economía y la sociedad española en su conjunto,  diferente a todo lo vivido hasta ahora. sin embargo, sorprende ver lo pronto que hemos recuperado viejas prácticas...y no precisamente las que  dignifican esta profesión  
En medio de una crisis que ha puesto patas arriba todo el mercado, en el que el 42% de las empresas de transporte ha tenido que acogerse a algún tipo de regulación de empleo y  con la  espada de Damocles sobre mieles de puestos de trabajo en el sector, nos sorprende (o quizás no tanto),  que muchas de las prácticas que más han contribuido a arruinar este sector, lejos de desaparecer, toman impulso para consolidarse en esa especie de limbo atemporal que hemos dado en llamar “nueva normalidad”.
Lo expresaba con bastante claridad Víctor González, presidente de Fetransa que resumía la situación así: “De la sensación de orgullo por el deber cumplido-afirman- y, del reconocimiento social, de las primeras semanas, hemos pasado al  cansancio y malestar por los insistentes agravios al sector”. 
  
Una nueva normalidad en la que los cargadores siguen imponiendo sus condiciones (da igual que sean legítimas, o incluso morales) y que, ahora más que nunca, no van a encontrar contestación por parte de unas empresas más concentradas  en sobrevivir..que en mejorar sus condiciones de trabajo. En esta disyuntiva se encuentran las empresas de transporte, que se desgañitan en los foros acusando a sus clientes de haber mantenido una  actitud absolutamente indeseable e indigna” que incluso ponía en grave   riesgo la salud de los conductores profesionales.

La respuesta de los cargadores, por boca de una alta representante de una de las asociaciones más representativas, habla por si solo de  lo diferente que puede llegar a ser la precepción de un mismo problema:  A su juicio se trata de un problema de regulación: bastaría con que,  primero no restara tiempo de conducción y segundo,  ya en un verdadero alarde de suficiencia,  “como es un servicio que el cargador paga aparte, y si esto no se realiza pues al final habría que detraer del precio este servicio”. ¿Sirve de algo que la normativa  vigente prohíba a los conductores realizar esas labores? ¿y la seguridad? al parecer eso debe ser secundario.
 
 Menos mal que la extraordinaria capacidad de resiliencia de este sector le capacita para poder abrirse
camino también en esta nueva/vieja normalidad

Otros viejos fantasmas que nos visitan en la desescalada son los peajes a camiones, resucitados (bueno, mejor dicho recuperados, pues nunca se fueron) como siempre que cualquier administración necesita sacarse unos dinerillos extras y no sabe a quien esquilmar. Ahí está la propuesta de la  Comunidad Foral de  Navarra que  pretende imponer peajes en 5 carreteras no concesionadas (N-121,A-10,A-15, A-68,A-1), lo que les permitirá recaudar 45 Millones al año por aquello de quien contamina paga…y si no, siempre nos quedará el transporte.  

Los agravios continúan, esta vez desde la administración Central  y su absurda respuesta a la necesidad de recuperar las inspecciones técnicas de vehículos, que evidencia claramente que no ha pensado ni por un momento en los vehículos industriales, o la ausencia casi total de medidas de apoyo directas, diseñadas  a propósito para un sector que las va a necesitar y que además…se las ha ganado a pulso en primera línea de batalla.

En definitiva, esta “nueva normalidad” no pinta nada bien, pues al nuevo escenario dramático que nos deja la crisis sanitaria para los próximos meses (siendo optimistas) se unen los viejos fantasmas que no desaparecen. Menos mal que la extraordinaria capacidad de resiliencia de este sector le capacita para poder abrirse camino también en esta nueva/vieja normalidad.
 
Como siempre, espero vuestros comentarios
 

 

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