El término "movilidad sostenible" ha irrumpido en nuestras vidas con la urgencia de quien ya llega tarde, de que los esfuerzos que se le exigen a la industria del transporte son enormes....pero necesarios.
De cómo seamos capaces todos los actores implicados de dar respuesta a éste y otros retos actuales en cuestión de movilidad, va a depender enormemente nuestra calidad de vida futura y la de las próximas generaciones, que ya nos exigen un mayor compromiso medioambiental del que hasta ahora hemos hecho gala. |
Este año que se cierra y, sobre todo el que acaba de empezar, van a ser sin duda, malo será si no ocurre, el año en que por fin se decida hacia dónde vamos a avanzar en el ineludible camino de la transformación de nuestra movilidad hacia nuevos horizontes, basados en la descarbonización del transporte, uno de los sectores que más contribuyen, al deterioro del medio ambiente, debido al efecto de las emisiones contaminantes atribuibles al transporte por carretera.
Es por eso que hemos querido dedicar nuestro reportaje especial, con el que concluimos el año y en el que pretendemos analizar siempre aquellos temas que de alguna manera han protagonizado la vida pública, al menos, de nuestro sector, a la movilidad sostenible; ¿Qué es? ¿Por qué es tan importante? ¿Qué tenemos que hacer para avanzar en la dirección correcta?
Todas esas preguntas son las que ahora mismo, no sólo el sector del transporte por carretera, sino la sociedad en su conjunto, tratan de resolver, con la conciencia de que nos va mucho en ello, de que ya sólo unos pocos “negacionistas” se empeñan en restarle importancia a la urgencia medioambiental en la que estamos inmersos.
Hace no mucho tiempo hablábamos de los límites que la propia Unión Europea imponía a la industria de la automoción como un reto a futuro, a medio plazo incluso…lejos, lo suficientemente lejos como para tomar nota, pero no reaccionar. Sin embargo, empezamos a darnos cuenta de que ese futuro ha llegado, que 2030 (¿qué decir de 2025?) está a la vuelta de la esquina y que queda mucho trabajo por hacer, porque el esfuerzo en reducción de emisiones contaminantes que nos exigen es titánico…muchos dicen que imposible de cumplir. Yo no lo creo.
Ahora bien, para alcanzar la cumbre hay que echar a andar, y además avanzar en la dirección correcta, y todos a una. En estos días se ha repetido en varios eventos en los que el protagonista fue la movilidad sostenible, que se necesita un “pacto de estado” para apuntar con todos los recursos disponibles en una dirección, para que todos, fabricantes de camiones y furgonetas, administraciones públicas y transportistas no sufran la incertidumbre de saber si estarán acertando en el camino elegido; gas natural, electrificación, diesel….
Todos los expertos parecen coincidir en que la movilidad que viene no será de una sola energía como propulsión dominante, al menos en la próxima década, sino que asistiremos a una cohabitación de varias de ellas, cada una “especializada” en un tipo diferente de transporte, según hablemos de transporte de larga distancia, distribución regional o logística de la “última milla”.
Es aquí, en el entorno de las grandes urbes, donde hemos querido detenernos con especial atención, pues la “delicada” convivencia entre las personas que habitamos en ellas y nuestros hábitos de consumo que fuerzan la aparición de fenómenos como el e-commerce, cuyo crecimiento anual se mide en dos dígitos, amenaza con colapsar la movilidad en los grandes centros urbanos y deteriorar la calidad del aire que respiramos, haciendo de nuestras ciudades lugares menos habitables.
De cómo seamos capaces todos los actores implicados de dar respuesta a éste y otros retos actuales en cuestión de movilidad, va a depender enormemente nuestra calidad de vida futura y la de las próximas generaciones, que ya nos exigen un mayor compromiso medioambiental del que hasta ahora hemos hecho gala.
La señal de salida ya se ha dado, ya tenemos en el mercado las primeras propuestas con combustibles alternativos, ya tenemos las primeras decisiones políticas que ponen coto a las emisiones de los vehículos y ya tenemos a los profesionales interesados en empezar a utilizar estos nuevos vehículos.
El futuro comienza ahora.
Como siempre, esperamos vuestros comentarios!
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