Diversos estudios señalan que al cruzar los datos entre aportaciones fiscales, inversión y costes externos del transporte, el ratio resultante siempre es positivo para el transporte.
Demasiado a menudo, cuando se plantea pagar por usar las autovías libres, curiosamente sólo se menciona al transporte pesado, como si el resto de los usuarios de las vías “levitaran” por el asfalto sin gastarlo o sin contaminar, o sin hacer ruido, o sin provocar atascos. |
Y cada cierto tiempo, un tiempo que se va acortando poco a poco, de forma directamente proporcional al desfase del déficit presupuestario y de la paciencia de las constructoras españolas, el Gobierno de turno abre la “caja de pandora” del llamado “pago por uso” de las infraestructuras. Ya lo hizo en su momento el Gobierno del Partido Popular, y ahora lo ha retomado el ejecutivo en funciones de Pedro Sánchez, que aunque se escuden en que se trata solo de un “globo sonda”, de una manera de pulsar a la opinión pública sobre la cuestión, lo cierto es que, más pronto o mas tarde, mucho nos tememos que acabará convirtiéndose en una realidad, como en otros países de nuestro entorno.
El problema está en que, a menudo cuando se plantea pagar por usar las autovías libres, curiosamente sólo se menciona al transporte pesado, como si el resto de los usuarios de las vías “levitaran” por el asfalto sin gastarlo o sin contaminar, o sin hacer ruido, o sin provocar atascos. Aquí hay un malo de la película identificado y señalado para que sea quién pague la factura- 1.100 millones de euros anuales en conservación de las autopistas y autovías gratuitas, según algunas fuentes- y una administración con pocos recursos (y menos ideas) para proponer soluciones alternativas.
Como siempre, esperamos vuestros comentarios!
{jcomments on}