Empezamos una nueva etapa en la que cambiamos nuestra ruta de prueba para hacerla más exigente y más variada, incluyendo tramos de carretera comarcal y un puerto como el de Somosierra muy conocido por el sector. Y que mejor manera de empezar que con uno de los campeones en potencia junto con el Volvo FH16 750. El Scania Streamline R730 con su legendario y deseado V8 Euro6, es un vehículo preparado para rutas duras y un fiel servidor en trabajos pesados.
(Texto Enrique Sánchez Parrondo)
Pocas son las marcas que siguen apostando hoy en día por las grandes cilindradas, pues el panorama actual del transporte, en el que la rentabilidad se juega en un margen muy estrecho, ha puesto el foco de atención casi exclusivamente en la eficiencia de los vehículos: potencias muy ajustadas en el rango de los 440-480 CV, consumos muy contenidos y series que ya nacen con vocación de “campeones del ahorro”.
Sin embargo, Scania es una de esas marcas que no se resiste a complacer a todos aquellos que, bien por pura necesidad, sobre todo en rutas de transporte internacional muy exigentes, o bien por pura pasión, quieren seguir disfrutando de una joya de la carretera, un verdadero Rey del asfalto que levanta pasiones allí por donde pasa. Y esa es la mejor definición de este Scania R Streamline, y su corazón V8 de 730 CV.
Un motor en V que tantas alegrías ha dado a Scania y que ha ido pasando por el proceso de reconversión según la normativa europea que tuviera que cumplir en cada momento (Consigue llegar a la normativa Euro6 gracias a la recirculación de gases del EGR y a la ayuda indispensable del SCR) y que se mantiene en el mercado como el único en la actualidad con dicha configuración. Las demás marcas o bien han dejado la lucha por las grandes potencias y se han quedado en los 500 y poco mas caballos, o bien si continúan con potencias superiores a 600 CV son motores en línea.
CONDUCIR CON LAS MANOS
Debido a las ayudas electrónicas que nos incorporan los camiones y que en el caso de Scania son de las mejores que se pueden encontrar en el mercado por su evolución en los últimos años, vehículos como éste con el control de crucero Active Prediction, que nos mantiene la distancia con el vehículo que nos precede y nos lee el perfil de la carretera por la que vamos, podemos dejarle gran parte de la conducción a su cargo. Tan solo nos tocara manejar el volante y elegir en cada momento el rango de velocidad ideal para nuestro tramo de carretera.
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El DC16 tiene una cilindra de 16,4 litros en ocho cilindros colocados en V. Su potencia máxima la tiene a las 1.900 r/min. Aunque lo más sorprendente es su entrega de par, entre las 1.000 y las 1.400 vueltas disponemos nada menos que de 3.500Nm e incluso por debajo de esas vueltas mantiene un brío espectacular.
Asociado a este potente motor el Scania R monta la caja de cambios GRS092R de 12 velocidades +2, un tándem que esta en total sincronización, como demuestra la gestión que hace la caja en modo automático, que es fantástica. Si en otras ocasiones se ha comentado que no merece la pena “ayudar” en modo manual, en esta ocasión seguro que lo hacemos peor.
La caja de cambios se puede usar en tres modos distintos: Estándar, Economía y Potencia. Cada una de ellas nos servirá para los diferentes trabajos a los que tengamos que enfrentarnos, aunque he de decir que nuestra prueba fue realizada íntegramente en modo economía con unas prestaciones que en ningún momento evidenciaron alguna carencia o la necesidad de cambiar a un mapa más exigente, como el modo potencia.
En el caso de que por cualquier necesidad tengamos que usar el cambio en modo manual, su uso es bien sencillo; tan solo con apretar el botón del extremo del mando de las marchas se nos selecciona este modo de empleo. Por otra parte, si en modo automático necesitamos o queremos elegir otra marcha bastara con dar un leve golpe a la palanca hacia arriba o hacia abajo, para subir o bajar de régimen.
Nuevo retarder
El nuevo retarder R4100 cuenta con la novedad que ya tenía Scania para modelos menos potentes, que se desembraga cuando no está en uso, ayudándonos al ahorro de combustible. El que cuente con esta posibilidad no nos hace perder nada de eficacia, pues con un uso racional de sus cinco puntos, tan solo será necesario utilizar los frenos de servicio para detener el vehículo definitivamente. Éstos, por cierto vienen equipados con discos con control electrónico de frenada y ESP.
Por otro lado, la entrega de la frenada en el freno secundario es escalonada, incrementándose en un 25% por cada punto que usemos, hasta llegar al cuarto que tendríamos el 100% y en el quinto se incorpora a la frenada el freno motor. Gracias a la sincronización entre caja de cambios y retarder, el camión elije la relación de marcha que en cada momento es necesario para la frenada demandada por el conductor.
Control de crucero predictivo
Cuando se tiene la oportunidad de probar un camión como el R730 lo primero que piensas es en disfrutar de tan noble motor, y es cuando la carretera se empieza a empinar cuando tus expectativas se empiezan a cumplir. Baste decir que por ejemplo sube la cuesta de Guadalajara o Torija en la marcha 10 y a la velocidad de 75Km/h, o que en la subida del puerto de Somosierra poniéndolo en automático desde abajo a 85Km/h, consigue pasar a la altura de los 1200mt a 75 km/hora, por los 1300Mt a 80 km/hora y antes de entrar en el túnel ya había alcanzado los 85 km/hora que era la velocidad programada.
Durante la subida y debido al control de crucero predictivo el camión reconoce el perfil de la carretera y elige la mejor forma de subir en el menor tiempo y con el menor consumo. Es por eso que al principio pierde un poco de velocidad pero según sube va recuperando y acelerando donde le conviene e interesa. Por poner un ejemplo de una segunda prueba (Renault T 480), que podréis leer en el próximo número, las velocidades en los distintos puntos de subida estuvieron muy por debajo, entre los 54-56Km/h. Ni que decir tiene que durante la subida el adelantamiento a camiones con los ámbar puestos fue lo predominante. Normalmente en las pruebas de los camiones que tienen control predictivo su uso es en exclusiva durante el segundo tramo, pero debido al alto nivel de perfeccionamiento del sistema por parte de Scania, se utilizo en varios tramos para comprobar su eficacia en carretera secundaria por ejemplo. La respuesta fue fabulosa, ya que reconoce todo el perfil de la carretera y actúa perfectamente sobre el acelerador.
Como de momento no tenemos resultados de otros camiones, nos centraremos en el recorrido realizado con el Active Prediction. Recordemos que este es un tramo de 82Km en el que se gradúa la velocidad a 85 y se deja que el camión tome el mando en lo que respecta a acelerar y adelantarse a las posibles bajadas. El tiempo nos indica que es más rápido que cualquier otro Euro6 de última generación y en consumo se queda a 2,5 litros de la mejor marca que es la de su hermano R450.
En el cómputo general de la prueba, el Scania R Streamline arroja un consumo medio de 33,3 litros/ 100 km, una marca que podemos considerar como muy contenida teniendo en cuenta, por un lado, que nuestra velocidad comercial ha sido mayor a las registradas en otras pruebas, en este caso llegando a los 80,5 Km/hora, y, sobre todo, al cambio de recorrido, que se ha endurecido notablemente con respecto al trazado que veníamos realizando. Habrá que esperar a futuras comparaciones con otras unidades para calibrar con más certeza los resultados que hemos obtenido, pero, en principio, nos parecen más que aceptables.
Descarga esta y otras pruebas de Scania haciendo clic aquí.
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