Un habitante muy especial de los centros urbanos. En esta ocasión  probamos una de las opciones eléctricas más contrastadas en el mercado, el furgón Porter  eléctrico, de Piaggio, un vehículo que, gracias a sus reducidas dimensiones y las ventajas en términos de eficiencia, economía y ecología que le confiere su propulsión, empieza a convertirse en un “inquilino” habitual en muchos centros urbanos.

Piaggio Porter Electric Power, con más de 5.000 unidades vendidas es el furgón a tracción eléctrica más difundido en Europa. Cada día más utilizado en labores de limpieza, parques y jardines y otras labores municipales, este vehículo aporta una gran versatilidad para todo este tipo de trabajos, gracias a un sin fin de  carrozados específicos para cada necesidad y unas prestaciones derivadas de la tracción eléctrica idóneas para este tipo de utilización. En Enero del 2011, Piaggio renovó la versión, incorporando un nuevo motor con circuito de excitación separada, así como un nuevo driver de control del motor, con telerruptores de maniobra electrónicos en lugar de mecánicos.

Estas mejoras se traducen en una marcha más fluida, una aceleración más progresiva y controlable (eliminación de “pedal muerto”), rumorosidad reducida, menor generación de calor y mayor recuperación de energía en frenada. Porter Electric Power 96 V está equipado con un selector de velocidad de circulación a fin de optimizar el consumo de energía y maximizar las prestaciones del vehículo. El grupo propulsor eléctrico permite una velocidad máxima de 57 Km./h y una autonomía media de 110 Km., demostrando ser ideal para todas las actividades comerciales y profesionales dentro de las áreas urbanas, con un consumo reducido a 1,5 € cada 100 km. El tiempo de recarga es muy corto: al tradicional ciclo de carga de 8 horas se añade la posibilidad de una carga rápida de tan sólo 2 horas, a fin de que el vehículo sea operativo rápidamente en caso de emergencia.

Al subirse a un Porter, en este caso  un furgón cerrado con capacidad de carga de 540 kg,  nos damos cuenta de que estamos ante un vehículo concebido para un uso muy exclusivo, el trabajo en centros urbanos donde el tamaño si importa y donde, además, su carácter totalmente ecológico marca la diferencia entre poder acceder a determinados lugares para otros restringidos. Ciertamente el espacio interior es de reducidas dimensiones, aunque las dos plazas con que cuenta el vehículo albergan a sus dos ocupantes con cierta holgura.Gracias a la última renovación de la gama, ahora contamos con un cuadro de instrumentos más preciso, algo que agradecemos, sobre todo teniendo en cuenta que en este tipo de vehículos eléctricos la información sobre el estado de carga de la batería se antoja indispensable. Para ello disponemos de  un  indicador de carga que nos muestra tanto la autonomía disponible en kilómetros como el porcentaje de carga que nos queda. Nada más ponerse en marcha, empezamos a descubrir las cualidades de este pequeño urbanita:  frente a las emisiones acústicas  medias de la mayoría de los vehículos comerciales con motor Diesel, que se acercan a los 74 dBA, a los mandos de un Porter eléctrico hay  que  mirar el cuadro de instrumentos para saber si  hemos encendido el vehículo o no, pues la humorosidad es prácticamente cero, salvando un ligero zumbido que nos acompaña durante todo el camino. Como cualquier otro vehículo eléctrico, no disponemos de pedal de embrague pues el selector de velocidad sólo dispone de marcha adelante y atrás, Eso sí, basta con pisar el pedal del acelerador para disponer inmediatamente del par máximo que rinde el vehículo, aunque en este caso deberíamos hablar de una potencia fiscal de 10,5 kw (96 v), una potencia de la que disponemos de modo lineal sin caídas.  

Piaggioele_1El grupo propulsor eléctrico permite una velocidad máxima de 57 Km./h y una autonomía media de 110 Km.,  con un consumo reducido a 1,5 € cada 100 km.


Agilidad garantizada

La segunda sorpresa agradable viene a la hora de realizar un giro en espacio reducido, pues sus apenas 3,5 mts, de largo y sus 1,4 mts de ancho nos permiten un ángulo de giro de 3,7 mts, suficientes para sortear todo tipo de calles, por muy estrechas que éstas sean, como tenemos la posibilidad de comprobar por el casco urbano de un pueblo de la comunidad de Madrid en el que, por cierto, abundan este tipo de vehículos para las labores de limpieza urbana,  y de parques y jardines.  Estas cualidades se ven además completadas por una zona de carga que, pese a su reducido tamaño exterior, presenta una volumetría interior de 3 metros cúbicos. Y una carga útil nada desdeñable  de 450 kg en esta versión. Además, gracias a las puertas correderas laterales a ambos lados, y las dos puertas posteriores,  la carga y descarga no resulta complicada. En definitiva, estamos ante un vehículo con una función muy clara y definida y en ella presenta indudables ventajas frente a otras opciones.  

Se trata, a nuestro juicio de una de las mejores, si no la mejor opción  en vehículo comercial para zonas restringidas al tráfico ( ZTL ) y centros históricos, pues es  ideal para reducir contaminación y mejorar la calidad del aire en las ciudades.  Por supuesto, esto en términos de rentabilidad no sería suficiente para justificar su compra, pero si tenemos en cuenta que a estas cualidades ( no olvidemos que este tipo de vehículos además cuentan con importantes subvenciones tanto estatales como locales) se unen una extraordinaria  agilidad gracias a sus reducidas dimensiones, un costes energético muy inferior al de los vehículos diesel  y una capacidad de carga nada desdeñable, si podemos admitir que el Piaggio Porter está llamado a ser un vehículo de referencia  en cascos históricos y centros urbanos, cada día más restringidos al tráfico y que van a convertirse, sin duda, en territorio eléctrico en breve.

 

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