Mercedes Benz nos brinda la oportunidad de poner a prueba su versión eléctrica del clásico Sprinter, un modelo 100% eléctrico con unas prestaciones suficientes como para acometer un trabajo de distribución urbana y con todas las ventajas de la electromovilidad.
Que la electromovilidad ha llegado para quedarse es un hecho que nadie cuestiona a estas alturas, aunque aún sigan existiendo trabas que no permiten que el sector, especialmente de la distribución urbana, de el salto de forma generalizada. Para probar de cerca algunas de las propuestas que hoy en día ya inundan el mercado de los furgones, nos ponemos a los mandos en esta ocasión del modelo 100% eléctrico de la Mercedes Benz Sprinter, que se comercializa como eSprinter.
Para empezar hay que decir, para quien no haya probado un modelo eléctrico, que su conducción es incluso más fácil que la de un vehículo de combustión y sus prestaciones en marcha… sorprendentes. Para esta prueba contamos con un furgón cerrado clásico, de batalla media y techo elevado con tracción delantera, que poco se diferencia del modelo de combustión, salvo por las referencias a su condición de vehículo eléctrico en la trasera y el lateral.
168 km de autonomía
Este vehículo se ofrece con dos opciones de capacidad de batería; la opción de serie en la que la energía es proporcionada por tres módulos de baterías de iones de litio situadas bajo del piso del vehículo. Con una capacidad de batería instalada de 41 kWh (35 kWh disponibles), la autonomía es de hasta 120 km.
Opcionalmente se puede optar por un cuarto módulo de batería que aumenta su capacidad a 55 kWh (47 kWh disponibles) que ofrece una autonomía de hasta 168 km. Hay que decir, que respecto a la vida útil de las baterías, Mercedes-Benz Vans garantiza las baterías hasta 8 años o 160.000 km.
Descárgate la prueba completa aquí.
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