Durante este último año 2022 decreció la presencia de autónomos en el sector del transporte de mercancías en España, rompiendo la tendencia habida en los últimos años por la eliminación de los requisitos de flota mínima y de antigüedad máxima para acceder al sector.
A 1 de Enero de 2023 los autónomos continúan representando el 56´2% del total de empresas en transporte pesado, frente al 42´7% de las empresas mercantiles y de tan sólo el 0´8% de las cooperativas. Así se desprende de los datos que constan en el Registro Público de Empresas de Transportes que depende del Ministerio de Transportes, que, por otro lado también dejan un dato menos optimista: se constata que los autónomos han reducido su presencia en tan sólo 12 meses en el segmento del transporte pesado más de un 2%, en concreto un total de 776 autónomos han abandonado el sector, y ello pese a que la flota de transporte pesado en España ha crecido en más de 1200 camiones en el último año. Eso sí, otra cosa es la distribución de la flota en función del tipo de empresa, ya que del total de la flota de transporte pesado, los autónomos sólo ostentan el 18% de los camiones, frente al 79% de las sociedades mercantiles y el 3% en el caso de las cooperativas.
Se rompe así, la tendencia de estos últimos años en los que se había producido un fuerte incremento de la presencia de la figura del transportistas autónomo, motivada, en parte por la eliminación en 2018 de los requisitos de flota mínima a instancias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, unido a la posterior supresión por el Tribunal Supremo de la antigüedad máxima de los vehículos de transporte de mercancías.
Ahora, esta tendencia creciente se ha quebrado de forma destacada en el pasado año 2022, coincidiendo con el estallido de la guerra de Ucrania y el alza incontrolada de los precios de los combustibles, pese a las medidas económicas y estructurales aprobadas por el Gobierno para hacer frente a la crisis.
Otro de los datos preocupantes que refleja el Registro oficial del Ministerio de Transportes es el relativo a la antigüedad de los vehículos de transporte de mercancías por carretera, que en los últimos años han experimentado un fuerte envejecimiento, que, a 1 de enero de 2023, dejaba la edad media de los vehículos rígidos en España en 14,7 años, las cabezas tractoras 8,7 años y los vehículos ligeros de 9,3 años, lo que representa un incremento de la edad de hasta el 40% en la última década.
Ante este panorama, llama la atención que el Gobierno no haya articulado líneas de ayuda para la renovación de las flotas, excepto la aprobada a finales del 2021 para la adquisición de vehículos propulsados por energía eléctrica o hidrógeno, qué es la práctica no está teniendo ninguna acogida dado que son tecnologías con una gama de vehículos muy limitada o bien inexistente.
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