
Según estas fuentes, el margen temporal que estaría manejando Hacienda para llevar a efecto la reforma del régimen de estimación objetiva tendría como fecha tope el año 2023. Es decir, cuatro años para debatir en un grupo de trabajo, en el que estarían las asociaciones de autónomos (y que fue propuesta por ATA en su día) los criterios sobre los que se calculará la cuota a pagar. Entre éstos, estaría la supresión de las penalizaciones establecidas por número de empleados contratados, lo que supone un lastre para la creación de empleo de este tipo de profesionales. Otra de las misiones del grupo de trabajo será la de determinar qué tipo de actividades tendrán que empezar a tributar por estimación directa.
La razón que ha venido impulsando esta política de acabar con los módulos se basa en el posible fraude fiscal que algunos contribuyentes estarían cometiendo, facturando por cantidades inferiores a las reales.
La tesis de Hacienda se derivaría de los datos que la Agencia Tributaria (AEAT) recoge en la estadística de Rendimientos de Actividades Económicas de 2016. En el caso de los módulos el tipo medio efectivo más elevado se aplica en la actividades como el comercio y la hostelería donde es del 8,14%. Por debajo se encuentran construcción con un 7,36% y transporte, con el 2,71%. Todos ellos muy inferiores al 21,12% del tipo medio efectivo de quienes tributan en el régimen de estimación directa.
Entre las actividades comprendidas en la Orden de Módulos se encuentran algunas tan sensibles para la economía como transporte, comercio minorista, hostelería, construcción y agricultura, ganadería y pesca.