El problema fundamental sigue siendo, que los jóvenes entran en la formación de conductores con 16 años y cuando terminan, con 18 años, no salen con todas las habilitaciones para trabajar, pues no disponen ni del carnet de conducir camiones ni el CAP.
El transporte y la movilidad segura y sostenible están en estado de alarma ante la escasez de talento cualificado y la ausencia de relevo generacional: entre 18.000 y 20.000 conductores de mercancías, 6.000 de viajeros, 3.000 profesores de autoescuelas, no se cubren las plazas de operadores de transporte, jefes de tráfico y tampoco la de perfiles de tecnológicos y directivos. Mientras el 20% de las empresas de transporte tiene problemas para encontrar conductores, el paro juvenil supera el doble de la tasa de paro general en España.
En este contexto, que lejos de avanzar hacia una solución va enquistándose cada día que pasa, la formación aparece como uno de los pilares a través de los que empezar a revertir la falta de interés en las nuevas generaciones por esta profesión, una generación imprescindible para poder realizar el necesario relevo generacional de unos profesionales que ya superan los 50 años de media.
Pero para que esto ocurra, y la FP pueda convertirse realmente en una “plataforma de entrada real” a la profesión, el Gobierno, con la colaboración de todos los Ministerios, debe conseguir eliminar las barreras de acceso a la Formación Profesional (FP) que existen para ser conductor profesional; hacer más atractiva la educación para favorecer vocaciones en el transporte y la movilidad segura y sostenible, aumentando la oferta e-learning con metodologías activas e innovadoras; mejorar la conexión entre el sistema educativo y el productivo; y reforzar de forma urgente la FP Dual.
Estas son algunas de las conclusiones de la III Jornada “FP del Transporte y la Movilidad Segura y Sostenible basada en la innovación y la tecnología del futuro”, celebrada en la sede de la CEOE en Madrid, en la que se ha analizado el papel que debe cumplir la formación profesional en esta ecuación, y los problemas a los que se enfrenta en la actualidad.
¿Qué falla en la formación de conductores?
Sin embargo, donde parecen concentrarse los mayores problemas es en el Grado Medio de FP de conductores profesionales, un grado que debería estar muy solicitado a tenor de la escasez de profesionales que padece el sector, pero que no está teniendo demasiada demanda.
Esta cuestión ha ocupado buena parte de las intervenciones de los intervinientes en esta jornada, empezando por el

propio Jaime Moreno, director general de Transporte Terrestre del MiTMA, que aludió a los contactos “con el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC) y con diferentes instituciones que tienen competencias en la formación de los conductores como la DGT y analizando qué hacen nuestros socios europeos por si hubiera algún modelo de éxito que pudiera servirnos de fuente de inspiración para trasladarlo a nuestro país”.
Luis Miguel Soto, CEO de AT Academia del Transportista, sitúa la actual falta de perfiles para poder desempeñar la profesión de conductor profesional, en las barreras actuales de acceso a la profesión desde la FP reglada, en contraposición al “aporte” sistemático que provenía hace décadas del servicio militar obligatorio, que muchos chavales aprovechaban para sacarse todos los permisos de conducir.
El problema fundamental sigue siendo, que “los jóvenes entran en la formación de conductores con 16 años y cuando terminan, con 18 años, no salen con todas las habilitaciones para trabajar, puesto que lo normal, por mucha regulación que haya habido reduciendo la edad para la obtención de permisos, es que por un tema de oferta y demanda, porque no se hacen CAP ordinarios suficientes, sigue estando la edad de obtención de un permiso de conducir camiones en torno a los 21 años y uno de autobuses en torno a los 24 años”. Con este panorama, “es lógico que se decanten por otras profesiones”, sentencia el Ceo de AT Academia del Transportista.
Para que la FP pueda convertirse realmente en una “plataforma de entrada real” a la profesión, el Gobierno, con la colaboración de todos los Ministerios, debe conseguir eliminar las barreras de acceso a la Formación Profesional (FP) que existen para ser conductor profesional
En este sentido, la jornada nos dejó la experiencia que se está llevando a cabo en Cataluña, con la nueva FP de Transporte y Logística, expuesta por Francisco Javier Abad, asesor de la Dirección General de FP de Cataluña. Abad ha explicado que está diseñada pensando “en las necesidades reales de las empresas de transporte por carretera, tanto de viajeros como de mercancías”, y que el objetivo último es solucionar una de las mayores carencias de la FP de los conductores: “no poder trabajar de inmediato, una vez finalizada su formación, porque necesitan los carnés de conducir pertinentes”.
“Durante el primer año, los jóvenes de 18 años que ya cuentan con el carné de conducir básico realizan 950 horas de formación reglada, se examinan del CAP y realizan prácticas en simuladores de conducción y con vehículos de autoescuelas, más otras 100 horas adicionales de prácticas en empresas. Durante el segundo curso, aquellos que tienen más de 18 años, además de realizar los contenidos teóricos necesarios, se examinan del carné de conducir tipo C (camiones), un coste que en muchas ocasiones sufragan en parte las empresas en las que realizan las prácticas mediante la FP Dual efectiva. De esta manera, ambas partes se benefician: empresas y alumnos”, indica Abad.
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